Violante de Aragón “la Gallega”, donó el castañar a los vecinos de Hervás

Hervás, a 3 de septiembre de 2022

Por Marciano Martín Castellano. Director y editor de La Aldaba.

La villa de Hervás tiene una de las mejores judería conservadas de España.

La aldea fue reconquistada por Alfonso VIII, en 1186, tres años después de la fundación de Plasencia y poco después que Béjar ■ El denominado “Monte Castañar Gallego” está protegido por ley y cuenta con una superficie de 263 hectáreas ■ El bosque de castaños y robles es unos de los mejores de Europa

En estas líneas quiero recordar un momento histórico para la hoy villa de Hervás. Este lugar pasó a ser historia cristiana en época de Alfonso VIII al ampliar sus fronteras hacía el sureste del reino castellano. La población fue reconquistada en 1186, poco después de que se hiciera en la ciudad de Béjar y tres años antes de que el monarca fundase la ciudad de Plasencia, como línea fronteriza contra los musulmanes.
Por estos años los vecinos de Hervás se dedicaban a la agricultura y la ganadería, como era habitual en otros lugares próximos, pero también tenemos resquicios documentados de que participaban en razzias o en expediciones militares, tales como las de las Navas de Tolosa, en 1212 o en las acciones de 1227 en Baeza, a las órdenes de Fernando III y enviadas por el obispo placentino Domingo I de Béjar.
Pero el momento histórico al que nos queremos referir está documentado en el Tratado de Almizra, en 1244, cuando Jaime I de Aragón, como consecuencia de los esponsales de su hija con el entonces príncipe Alfonso (futuro rey Alfonso X el Sabio) cedía en dote a su hija las tierras de Hervás y otros lugares. A partir de estos momentos el lugar de Hervás empieza a consolidase en la historia de los reinos cristianos, junto a poblaciones como Plasencia o Béjar. Pero siempre unido al concejo bejarano, que duró hasta 1816, cuando se le concedió el título de villa.
Con la llegada al trono de Alfonso X el Sabio, empiezan a realizarse algunos procesos de traspasos de tierras de realengo a nobles y a organizaciones eclesiásticas. Gran parte de estas tierras era de la dote matrimonial de Doña Violante de Aragón, esposa de Alfonso X. Y aquí es donde quiero arrancar este recuerdo que data del 12 de octubre de 1264. Es la firma de un Pleito de Avenencia suscitado entre la ciudad de Béjar y el entonces lugar de Hervás, a favor de los hervasenses, donde la Reina (conocida como «la gallega», de ahí su nombre) concedía la titularidad del monte Castañar Gallego con la finalidad de que “poblase el adea de Hervás, e oviesen de criar sus ganados” (manuscrito de propiedad particular, folio 19 r).
El Castañar Gallego es hoy un espacio natural protegido ubicado en la villa, el entorno tiene una superficie aproximada de 300 hectáreas, es uno de los bosques de castaños más importantes y mejor conservados del sur de Europa y fue declarado Paisaje Protegido por la Junta de Extremadura en 2015.
Con la Desamortización de Pascual Madoz e Ibáñez, se legisló sobre ciertos parajes de gran relevancia que no se podían vender y en ese pequeño censo de salvación cayó por fortuna el Castañar Gallego de Hervás en 1859, aunque su superficie quedó limitada a 100 hectáreas. Hoy día la zona protegida es de 263,91 hectáreas, de las que 0,7250 son de dominio privado, según lo regula el Decreto 57/de 7 de abril, publicado el 13 de abril de 2015.
El castañar se ha mantenido para uso público durante el siglo XX ofreciendo al pueblo sus grandes recursos: la madera, las setas o las castañas. La madera del castaño fue unos de los motores de la economía local con una potente industria del mueble y la cestería. El uso y aprovechamiento maderero del castañar de Hervás es todavía visible en las construcciones de las casas de la judería, y junto con el adobe y la teja vertical, se han constituido en seña de identidad de la villa.
unto a esos usos tradicionales, la belleza de ese monte ha abierto ahora nuevas posibilidades para el turismo, las rutas a pie o en bicicleta, entre bosques de castaños, arroyos y gargantas. Rutas como la Chorrera, el Pinajarro, los bosques del Ambroz o la pista de Heidi cuentan ya con legones de admiradores que procuran volver con la mayor frecuencia posible.
Hervás, “con sus castañares recoletos en la falda de la sierra que hace espalda de Castilla”, en palabras de Unamuno, estará a partir de ahora un poco más protegido al resguardo de su monte, de un castañar declarado Paisaje Protegido.
La fecha concreta de cuando Hervás dejó de pertenecer a Violante de Aragón no la conocemos, si tenemos conocimiento que el siguiente propietario fue el infante don Alfonso de la Cerda, en 1304, como consecuencia de una sentencia arbitral de Ágreda, como renuncia a la corona de Castilla. Los privilegios de Hervás fueron con anterioridad confirmados por primera vez por Fernando IV de Castilla, ampliando una sanción a la carta de donación de su abuela. A partir de estas fechas los documentas de cesión fueron confirmados por Alfonso XI, en Ávila, el 28 de agosto de 1346, en las Cortes de Toro, el 5 de septiembre de 1371, por Enrique II, por las de Burgos, por Juan I, el 10 de agosto de 1379, más tarde entre 1390 y 1396, por Enrique III. Ya en 1408 la ratificación la hace en Alcalá de Henares, Catalina de Láncaster, regente de Juan II. Esta ratificación es unos de los documentos mejor conservados a pesar de su compleja lectura, este documento recoge la carta originaria de Doña Violante de Aragón, extraviada o perdida en la actualidad.
En los documentos reales Violante de Aragón realizaba una contrapartida hacia la villa de Béjar, teniendo que abonar a ésta los hervasenses todos los años 30 maravedís anuales por San Miguel. También Hervás adquirió la obligación de guardar el Castañar tanto de ganado como de indebidos aprovechamientos de madera y posibles incendios.
En época de Fernando IV, el documento de confirma como anteriormente se ha expuesto, pero este monarca lo da más consistencia a incluir en él una pena de 1.000 maravedís de moneda nueva al que no cumpla los privilegios otorgados por su abuela. Todo esto está motivado por los aconteceres de los tiempos, donde las situaciones no fueron fáciles para los hervasenses. Hay también una segunda confirmación de Fernando IV, que posiblemente se realizó en Hervás, en 1312.

El tratado de  Almizra fijó en  1244 los límites territoriales entre Castilla y Aragón

Se baraja la hipótesis de que Hervás dejo de pertenecer a Violante en 1277

Hervás dejó de ser de realejo en 1396 y paso a la jurisdicción del XI señor Diego López de Stúñiga

Junto a esos usos tradicionales, la belleza de ese monte ha abierto ahora nuevas posibilidades para el turismo, las rutas a pie o en bicicleta, entre bosques de castaños, arroyos y gargantas. Rutas como la Chorrera, el Pinajarro, los bosques del Ambroz o la pista de Heidi cuentan ya con legiones de admiradores que procuran volver con la mayor frecuencia posible.
Hervás, “con sus castañares recoletos en la falda de la sierra que hace espalda de Castilla”, en palabras de Unamuno, estará a partir de ahora un poco más protegido al resguardo de su monte, de un castañar declarado Paisaje Protegido.

fechas importantes
La fecha concreta de cuando Hervás dejó de pertenecer a Violante de Aragón no la conocemos, sí tenemos conocimiento que el siguiente propietario fue el infante don Alfonso de la Cerda, en 1304, como consecuencia de una sentencia arbitral de Ágreda, como renuncia a la corona de Castilla.
Pero en este sentido barajo la hipotesis de que fuera entorno a 1277 cuando la Reina abandonó Castilla para dirigirse a Aragón para refugiarse al lado de su hermano Pedro III y Blanca de Francia, o bien cuando falleció sobre el 1300.
La reina Violante de Aragón falleció en Roncesvalles, a su regreso de la ciudad de Roma, donde había ganado el Jubileo.
Está documentado que el cadáver de Violante recibió sepultura en la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles (Navarra), donde también se hallaba sepultado Sancho VII el Fuerte. No obstante, no se conserva memoria alguna de dónde se encuentran los restos de la reina en la actualidad.
Otra tradición, aunque poco sólida, sostiene que el cadáver de la esposa de Alfonso X recibió sepultura en el convento de Santa Clara de Allariz (Orense), que ella había fundado en 1268. No obstante, tampoco existen pruebas materiales de dicho enterramiento en la actualidad. En el convento de Santa Clara de Allariz recibieron sepultura los restos del infante Felipe, hijo de Sancho IV el Bravo y de María de Molina, y nieto de la reina Violante, y su esposa Margarita de la Cerda, quien era bisnieta de Violante.
Tanto si el cadáver recibió sepultura en la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles, como así sostienen las fuentes más antiguas y fidedignas, como si fue sepultada en Santa Clara de Allariz, en Orense, no se ha encontrado ningún vestigio en ambos lugares de la sepultura de la esposa de Alfonso X el Sabio, a pesar de que en ambos aún se manifiesta que los restos de la reina Violante reposan allí.

 

LA DOCUMENTACIÓN
Los privilegios de Hervás fueron con anterioridad confirmados por primera vez por Fernando IV de Castilla, ampliando una sanción a la carta de donación de su abuela. A partir de estas fechas los documentos de cesión fueron confirmados por Alfonso XI, en Ávila, el 28 de agosto de 1346, en las Cortes de Toro, el 5 de septiembre de 1371, por Enrique II, por las de Burgos, por Juan I, el 10 de agosto de 1379, más tarde entre 1390 y 1396, por Enrique III. Ya en 1408 la ratificación la hace en Alcalá de Henares, Catalina de Láncaster, regente de Juan II de Castilla. Esta ratificación es uno de los documentos mejor conservados a pesar de su compleja lectura, este documento recoge la carta originaria de Violante de Aragón, extraviada o perdida en la actualidad.
En los documentos reales Violante realizaba una contrapartida hacia la villa de Béjar, teniendo que abonar a ésta los hervasenses todos los años 30 maravedís anuales por San Miguel. También Hervás adquirió la obligación de guardar el Castañar tanto de ganado como de indebidos aprovechamientos de madera y posibles incendios.
En época de Fernando IV, el documento de confirma como anteriormente se ha expuesto, pero este monarca lo da más consistencia a incluir en él una pena de 1.000 maravedís de moneda nueva al que no cumpla los privilegios otorgados por su abuela. Todo esto está motivado por los aconteceres de los tiempos, donde las situaciones no fueron fáciles para los hervasenses. Hay también una segunda confirmación de Fernando IV, que posiblemente se realizó, en Hervás en 1312.
En la confirmación de Alfonso XI, que se realiza en Ávila, está presente el notario mayor de Castilla, Fernando Sánchez y el arzobispo de Toledo, Gil, siendo el escribano Sancho Mudarra, y refrendado a su vez por otro escribano Juan Estevan. El documento no revela grandes cosas.
El siguiente fue el Rey trastamara Enrique II, ya que antes los tenía que haber hecho su hermanastro Pedro I, pero no lo hizo, a pesar de todos los privilegios seguían estando en vigor. Lo curioso de la ratificación de Enrique II es que el documento fue ratificado ante las Cortes, concretamente en Toro, el 5 de septiembre de 1371.
En las Cortes de Burgos, la documentación es ratificada por Juan I, el 25 de julio de 1379, posiblemente en su coronación y se confirma más tarde en 10 de agosto por la incorporaciones de algunas anotaciones sobre la villa de Béjar. También hay una cláusula procesal introducida por Enrique II.
La última de las confirmaciones que aparecen en los documentos es de Juan II (faltan pues la de Enrique III, que al parecer sí hizo, pero falta la documentación y la de Pedro I). Esta confirmación se realiza en 1408 por la madre de Juan II, como regente de este en el segundo año de su minoría, en Alcalá de Henares.
El dato más importante de todo esto es que las tierras a las que nos referimos ya no eran de realengo, sino formaban parte de la jurisdicción de los Stúñigas, desde 1396. Esto parece anormal, al tratarse de un documento de derecho medieval municipal perteneciente a tierras de señorío.

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