Verano de calor y de incendios (2)
Béjar , a 27 de julio de 2022

Fernando Sáenz de Miera Pastor
“Cuando un monte se quema, algo suyo se quema”. Cada verano, cada año, vivimos un infierno de incendios. La naturaleza se viste de negro, las cenizas esparcen el desastre en infinidad de hectáreas, el asfixiante humo se introduce en los pumones, y los cuadros que vemos en sierras y bosques tienen el peor color que podemos observar en una obra de arte. El dantesco paisaje invade nuestros pueblos y parajes. Un dolor y un sufrimiento de impotencia se adhieren a cada uno de los ciudadanos y personas que viven de cerca toda esta calamidad. Y así, cada verano, muchas vidas humanas desaparecen, entre las llamas. Y cada verano muchos ciudadanos, se quedan sin casa y con pérdida de animales en sus granjas.
¿Cómo sucede todo esto? ¿Cómo es, que en cada verano, sobre todo en estos últimos años, se produce este desmadre en nuestra naturaleza? Acaso es que los seres humanos, los ciudadanos, nuestras instituciones y nuestros gobernantes, ¿no somos capaces de hacer frente y mitigar todas estas catástrofes?
El paso de los años, el avance humano de la población mundial, los cambios climáticos que suceden constantemente a nuestro alrededor, el castigo y los desmadres que los seres humanos realizamos en nuestros montes, ríos, mares, sierras… los excesos de contaminación, que en aras de un progreso y de una superpoblación, por una parte, y las irresponsabilidades personales o supe megalomanía de algunas ambiciones individuales o de determinados gobiernos, son una de las causas de estos desmadres veraniegos.
Y no nos damos cuenta, que los ciudadanos de a pie y las clases dirigentes políticas, que tienen el poder de controlar, equilibrar y mitigar todos los desmadres del fuego, o cualquier catástrofe de la naturaleza, son los principales causantes, para establecer un verdadero equilibrio. Y lo que sí es cierto, es que la Naturaleza, da lo que recibe. Los fenómenos atmosféricos, siempre van a seguir su camino. Y si en su camino encuentran un combustible adecuado, siempre se va a ocasionar esos verdaderos desmadres, en forma de fuego, de riadas, de corrimiento de tierras… es decir, si no se la cuida, si no se limpia, si los seres humanos no nos anticipamos con nuestra inteligencia y previsión ante todos estos fenómenos naturales, siempre encontraremos los desastres, que se van a llevar por delante, fallecimientos, desastres económicos y desastres ambientales. Prevenir, es curar. Y prevenir es respetar a la Naturaleza, que tan importante es para nuestras vidas. Y aquí, los ciudadanos, primero y los gobernantes políticos también, tienen una suma responsabilidad. ¿Cómo, de qué manera?
Habría que comenzar con pequeños detalles, que de alguna manera, siempre fueran acompañados con valores de respeto, educación y de sensibilidad, como por ejemplo, no tirar papeles, basura en las calles. Para eso están las papeleras. Reciclar. Utilizar el agua necesaria, sin abusar o despilfarrar. El que tenga la suerte de vivir en una zona rústica o con una finca, la limpieza de las veredas… y así infinidad de pequeños detalles, con los que la Naturaleza, siempre puede estar agradecida.
Y por otra parte, nuestros políticos gobernantes, también tienen una misión más específica, que a mi modo de ver, se les olvida o no lo están haciendo bien. Pienso que es cuestión de presupuestos y organización. Por supuesto que sí. Pienso que es cuestión de previsión, pues claro que sí. Los incendios en los veranos, por desgracia van seguir existiendo, pero ¿no os parece amigos oyentes, que la magnitud de esos incendios, se pueden controlar de alguna manera, siempre que a lo largo del año, se trabajara en la limpieza de jaras y matorrales, en la organización de cortafuegos etc.? Son muchas hectáreas las que van quemadas en varias de nuestras comunidades. Son muchos los daños ecológicos y pérdidas de animales y de vidas, los que suceden cada año. Y yo me pregunto, por qué tantas prohibiciones. Por qué hacer tanto caso a “ecologistas de ideología barata y poco realista” (eso con todos los respetos) Y ¿por qué programar las brigadas de bomberos o trabajadores de limpieza, tan solo en los meses de verano? ¿Por qué no se fomenta el ganado extensivo de ovejas y de cabras y otros animales que puedan pastar por los montes y sierras? Porque mientras que a nivel político y de gobierno, no tengan claro esta previsión de los incendios, siempre sufriremos estos terribles desastres veraniegos. Y contra el fuego, el gobierno central y las comunidades, tendría que estar muy de acuerdo en prevenir todo este desastre.
Y desde estas reflexiones cotidianas al año, os invito a pensar, y sobre todo a ser conscientes, que a todos los niveles todos estamos comprometidos a poner nuestro granito de arena.

